Sobrevivir a la fase de rabieta del niño pequeño: una guía para padres
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Ah, la fase de rabieta del niño: un rito de iniciación para todos los padres. Es ese momento especial en el que tu dulce angelito se transforma en un dictador diminuto e irracional que exige galletas para el desayuno y se enfada si te atreves a sugerir lo contrario. ¡No temáis, queridos padres! Aquí hay una guía para sobrevivir a la fase de rabieta del niño con su cordura (mayormente) intacta.
El arte de la distracción
Los niños pequeños tienen la capacidad de atención de un pez dorado, así que aproveche esto. Cuando sienta que se está gestando una rabieta, desvíe rápidamente su atención. Señala algo brillante, haz un ruido gracioso o inicia una fiesta de baile improvisada. Tu objetivo es hacerles olvidar por qué estaban molestos en primer lugar. "¡Mira, una ardilla!" funciona de maravilla.
Dominar la cara de póquer
Cuando su niño pequeño está en pleno modo de crisis, es crucial mantener una conducta tranquila y serena. Sin risas ni llantos, sólo cara de póquer pura y sin adulterar. Su niño pequeño se alimenta de sus reacciones, por lo que si se mantiene tranquilo, es posible que él simplemente haga lo mismo. Practica frente al espejo si es necesario; vale la pena.
El poder de los bocadillos
Nunca subestimes el poder de los snacks. Tenga a mano en todo momento una reserva de golosinas para niños pequeños. Un refrigerio en el momento oportuno puede convertir una posible rabieta en un refrigerio tranquilo. Puntos de bonificación si el refrigerio es algo por lo que tienen que esforzarse, como pelar una naranja: los mantiene ocupados y sin rabietas durante unos minutos preciosos.
Abrace el aire libre
A veces, un cambio de escenario es suficiente para evitar una rabieta. Si el ambiente se calienta en el interior, lleve a su niño afuera. El aire fresco y un poco de naturaleza pueden hacer maravillas en ambos estados de ánimo. Además, las rabietas son mucho menos vergonzosas cuando las presencian árboles y ardillas en lugar de tu vecino crítico.
El arte de la negociación
Los niños pequeños pueden ser pequeños, pero son negociadores astutos. Aprenda a elegir sus batallas y prepárese para hacer concesiones. Ofrecer opciones puede hacer que se sientan empoderados y reducir la probabilidad de una crisis. “¿Quieres usar la camisa roja o la camisa azul?” les da una sensación de control sin descarrilar todo el día.
El escape del baño
Cuando todo lo demás falla, siempre existe la posibilidad de escapar al baño. Retírese al baño para disfrutar de unos minutos de paz y tranquilidad. Es sorprendente lo que un poco de tiempo a solas puede hacer por tu cordura. Respira profundamente unas cuantas veces, salpícate un poco de agua en la cara y recuerda que esto también pasará.
El humor es tu mejor amigo
Sobre todo, mantén tu sentido del humor. Las rabietas son una parte normal de la niñez y, a veces, lo único que puedes hacer es reír. Comparta sus historias con otros padres y descubrirá que no está solo en la batalla. Ya sea el momento en que su niño pequeño insistió en usar un colador como sombrero o el colapso épico por una galleta rota, estos momentos crean grandes historias para más adelante.
Recuerde, está haciendo un trabajo increíble y cada rabieta que sobrevive es una victoria como padre. Tenga en cuenta estos consejos y navegará por la fase de rabieta del niño como un profesional. Y en caso de duda, siempre hay vino (para ti, no para el niño pequeño).
¡Feliz paternidad y que las probabilidades de rabietas estén siempre a tu favor!